Un festejo con toques y goles

Danubio recuperó su esencia, derrotó a Miramar Misiones y es el líder del Torneo Apertura

Danubio tuvo un cierre brillante en el festejo de los 50 años de su estadio, "Jardines del Hipódromo".

Con una muestra de fútbol armónico, toque y un esquema táctico sin fisuras planteado por el técnico Gustavo Dalto, el equipo de la franja goleó 3 a 0 a Miramar Misiones y es el líder del Torneo "Apertura".

Los hinchas se deleitaron en varios pasajes del cotejo con la exhibición del cuadro albinegro que había pisado en falso en la Copa Sudamericana luego de sufrir un cambio drástico en su plantel por la sangría que tuvo.

Demostró el equipo de La Curva de Maroñas que tiene con qué para superarse y desenvolverse bien en el período de transformación y renovación que está atravesando.

Danubio hizo gala del fútbol asociado. La defensa mejoró sustancialmente y fue buen soporte para que el mediocampo alimentara apropiadamente al ataque.

El local prevaleció en todos los sectores, salvo en el primer cuarto de hora, lapso en el que Matías Cresceri (el reemplazante de Ignacio "Nacho " González) actuó quizás demasiado replegado y los cebritas se animaron a ser peligrosos, vías Marcelo Capurro y Oscar Berrueta.

Generó varias situaciones para vulnerar el arco rival, sobre todo cuando avanzó con la acción vertiginosa de Daley Mena, imparable para Juan Da Silva. La apertura llegó a los 34`. El ex Peñarol, Matías Pérez desbordó por la punta izquierda, hizo el centro al área y Cristian Stuani definió en forma notable.

El visitante siguió quedando en blanco, superado por la claridad y rapidez de Danubio en sus incursiones por los laterales.

A poco de comenzar el complemento se dio una situación que pudo haber perjudicado a Danubio. Carlos Macchi realizó un pase errático hacia atrás, la pelota le quedó a Stuani, el centro delantero eludió a Frascarelli para irse de cara al gol y el arquero de Miramar Misiones le hizo penal. El árbitro Jorge Larrionda le sacó segunda amarilla a Stuani (según él por simulación del goleador) y el delantero fue expulsado.

Desde ese momento Danubio se puso el overol, se galvanizó con el ingreso de Malrechaufe, pero no dejó el fútbol. Javier realizó un cambio con la intención de frenar a Mena, pero no hubo caso. El colombiano no tuvo adversario que le siguiese el tren. Un pase de Mena a Cristian Bardaro propició el segundo gol de Danubio, el primero del argentino. El tercer gol y golpe lo anotó Ribair Rodríguez de tiro libre.

Danubio goleó y convenció. Sus jugadores se asociaron a la gran fiesta de un club que se agiganta.